jueves, 17 de junio de 2010

MUERTO...

Si, en efectivo, me encontraba allí, tumbado, en la orilla del mar sin saber ni como ni cuando había llegado a ese lugar. Me despertó una brisa y una luz un tanto brillante. El sol resplandecía. No sabía donde estaba, ¿una isla?, quizás pero solo una remota conclusión.Me precipité a levantarme y un poco tenso examiné el lugar con atención.El tiempo allí pasaba muy lento, pero allí ni mi reloj, ni mi móvil funcionaban...Lo peor de todo es que no recordaba abosulatemente nada, solo que por la mañana había ido al trabajo como de costumbre y me había tomado el café amargo y la tostada de la oficina como de costumbre.En la isla no había señales de vida, ni animales, ni plantas, solo arena...Parecerá raro, ¿verdad?, pero no existía vida. Me acerqué al agua, solo se veía mi reflejo, sin un poco de vida en el agua, sin nada que haga que todo estuviera vivo.Al pasar los días la cordura llegó a mi cuerpo, perdía el habla ya que no había nadie con quién hablar. Recordé esa historia de un naúfrago que se hace un amigo, pero yo no podia ni hacer eso...Al final todo encajaba, sabía donde estaba ese lugar donde va todo el mundo...

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